Viaxe ao reino das Emocións es el proyecto de educación emocional desarrollado por la Fundación Meniños que utilizan en sus clases 300 docentes de 85 colegios de toda Galicia, y en el que participan casi 5.000 escolares.
Hablamos con Noelia Fabeiro, docente en el centro educativo Casa do Neno de Santiago de Compostela, que acogió con entusiasmo la propuesta educativa, y la ha integrado en su programa docente. Este es el primer año que se imparte en el curso de 1º de Primaria –hasta ahora solo tenían clase de Educación Infantil– y Noelia es la tutora del grupo de escolares de 6 años.
Noelia, recibiste la visita del equipo de Meniños en septiembre, ¿cómo fue el encuentro?
Recuerdo que a principio de curso nos llegó un correo electrónico, y a partir de ahí ya nos preguntaron si nos apetecía participar. Hablamos por teléfono una vez y al poco recibimos la visita de Diana para presentarme todo el material y el proyecto.
Diana Rodríguez Losada, socióloga y diplomada en Trabajo Social, es la creadora del proyecto y presentó Viaxe ao Reino das emocións a todos los centros educativos de Galicia, entre ellos la Casa do Neno. Cuando viste la propuesta, ¿qué te pareció el material?
A pesar de estar enfocado para Educación Infantil, lo vi tan atractivo que como es un material abierto, que permite modificar y tirar por donde quieras, le propuse adaptarlo a 1º de Primaria.
El proyecto de educación emocional está pensado para aplicarse desde los primeros años de la educación infantil, pero tú lo aplicas un poco más adelante, en Primaria. ¿Se adapta bien a las necesidades de tu alumnado?
Sí, hace poco comentaba con Diana que es un proyecto perfectamente adaptable para el primer ciclo de educación primaria, quizá ya no para más adelante, porque el personaje de Draco se les queda un poco infantil, pero para los pequeños es espectacular. Es un material muy atractivo y viene muy trabajado para ayudar a los docentes, y se adapta perfectamente porque las actividades son muy abiertas. No se nos impone qué hacer y aunque seguimos el guion, siempre da opción a promover otro tipo de actividades. Dependiendo de cómo lo enfoques puedes hacerlo para 3 años, para 5, para 6…

¿Las actividades se adaptan bien a las necesidades de los niños y niñas que tienes este año?
EL 90% de las actividades se adaptan sin ningún problema. Nosotros ya habíamos hecho antes cosas de educación emocional, por lo que hay cosas que cambiamos, simplemente readaptando. Las actividades son perfectamente aplicables. La figura de Draco es muy tierna y les inspira a escuchar.
¿Notas nuevas relaciones entre los niños y las niñas?
Pusimos un espacio que utilizamos todos los días, el ‘gusano de las emociones’, y allí van poniendo cómo se sienten, explican sus emociones y van aprendiendo lo que es la tristeza o el enfado. Aprenden a expresar sus sentimientos y eso nos ayuda a reconducirlos, también ayuda en la resolución de conflictos. Todo lo que hemos trabajado en el proyecto, hemos intentado que luego esté presente en el colegio. Incluso hemos explicado técnicas a los padres para poder utilizarlas con los niños y niñas que tienen problemas para controlar sus enfados.
¿Y cómo las han recibido?
Pues muy bien. Cuando empezamos el proyecto, Diana nos envió una circular para informar a las familias y todas valoran mucho que trabajemos ayudando al alumnado a entender lo que les pasa. Porque las familias no siempre saben cómo actuar ante esas emociones y esto les ayuda, lo agradecen mucho.
¿Cuándo puedes ayudar a las familias?
En las tutorías. Si vemos que hay algún problema de tipo conductual, comentamos lo que nosotros estamos haciendo en el centro y las técnicas. De momento, todo el mundo lo está recibiendo muy bien y les está gustando.
¿Qué es lo que más te llena de trabajar con las emociones?
Yo creo que muchas veces en el aula no encuentras el momento oportuno para que se abran y cuenten lo que les pasa. Entonces, estas actividades nos dan la oportunidad de que los niños y niñas aprendan a expresar lo que sienten y eso me ayuda mucho a conocerles.

¿Todos los días tenéis un momento para hablar de emociones?
No, no se hace todos los días. Nosotros estábamos haciendo una sesión semanal, y luego a lo largo de la semana le dedicamos momentos puntuales, 2 o 3 veces. Sí que lo estás trabajando de forma indirecta cuando algún niño o niña se enfada, por ejemplo. Nosotros intentamos aplicar que lo que les enseñamos, sirva en el día a día.
¿Recomendarías el programa a otros centros educativos?
Sí, lo recomendaría al 100%. Es un proyecto muy fácil de aplicar, que trabaja muchos procesos emocionales de una forma muy sencilla, a través de una historia y de un protagonista (Draco). La figura de Draco les encanta y, a raíz de ahí, es muy fácil trabajar todo su proceso emocional. Vale la pena invertir tiempo en el proyecto.
¿Lo recomendarías independientemente del tipo de docencia que hayan elegido impartir en el centro? ¿Y si la clase tiene muchos alumnos y alumnas?
Lo veo perfectamente posible y de hecho el año que viene lo volveremos a hacer. Queremos proponer a Meniños que amplíen estos proyectos también para el alumnado de más edad. Creemos que la educación emocional tiene que estar dentro del proyecto educativo.